Monday, August 9, 2010

Bailes prohibidos 3: La Rumba




Los senderos del Single son inescrutables: Hoy les traemos la prueba.

Andábamos Longino Pizarro y su servidor en una de esas tardes filosóficas que nos gusta compartir: Esas tardes de ardua disciplina espiritual y de rigurosa investigación en busca del Disco Filosofal. Esas tardes de una exigencia mental y física tal que sólo la promesa de unas cervezas con tapa pueden reanimarlo a uno.


Lo que sigue es una idealización, pero dado que a Longino y a quien les habla nos une el interés por hablar sólo de cosas realmente importantes para la vida humana, y por dejar lo accesorio a un lado, la conversación podía transcurrir más o menos así, mientras caminábamos —es la nuestra una escuela peripatética— de camino a nuestra tienda de discos favorita:

-"Es evidente que sí, Tito Puente en los 50 por supuesto; pero ¿y los afro-cubanos de Machito?"
-"¡Por Ochún! ¡Los afrocubanos de Machito! Amigo mío, pero claro que visto así el tema no admite discusión. El argumento es, a mi entender, completamente irrefutable."
-"Pero si admitimos tal cosa como cierta, ¿Dónde nos lleva el mambo?"
-"Ah, querido amigo, pero ¿no es acaso esa la cuestión central, la esencia de todo filosofar?"
-"Lo has clavao..."


En esas andaríamos cuando, casi ante la entrada a nuestra tienda favorita, de repente nos encontramos con un contenedor de obra, y con gente que se arremolinaba alrededor. Como somos seres inquietos, nos acercamos por ver a qué obedecía aquél tumulto.
Resultó que estaban limpiando de nuestra tienda favorita el 'cajón de basura': Aquellos discos que nadie quería, que nadie compraba, que nadie se llevaba ni por error.
Ahora bien: Si hay un sitio en que Longino y su servidor (o al menos su servidor, no quisiera difamar el nombre de otros) se encuentran a gusto, es rebuscando entre la basura. No es por influencia de Diógenes ni por estoicismo, es simple vicio.
Así que —de nuevo esto es una idealización— al instante, mientras veíamos cómo un responsable de nuestra tienda favorita tiraba al contenedor otra caja de singles; ya estábamos Longino y su servidor arremangados, en lo alto del contenedor, los brazos sumergidos hasta los codos en el maremágnum, y los discos descartados volando a un lado y a otro sobre nuestras cabezas.

Su servidor no recuerda bien qué salió de aquella epifanía. Lo único seguro es que:

- Empezó a lloviznar, y ninguno paró ni por un instante, ni para recomponerse el flequillo (¡y qué flequillos!)

- Inmediatamente después, reemprendimos camino a nuestra tienda favorita. ¡Nuestra estricta y severa disciplina no podía relajarse!

- Esta perla salió de aquél contenedor:




Cuidado con el cangrejo



Dónde va Joaquina


No tenemos ninguna información de quiénes son estos caballeros tan bien vestidos y llamados Los del Mar. Hay unos Los del Mar que grabaron una versión de La Macarena (¡válgame!), pero no deben de ser los mismos, porque estas dos rumbas flamencas datan de 1972.

Ahora es el turno de ustedes para decidir si este single estaba en su justo lugar en aquél contenedor del que nunca debió salir; o si el comprensible entusiasmo por la visión de esta portada guió nuestros pasos por el camino correcto al hacerle un hueco en nuestro hogar.
Sí hay que decir que precisamente en nuestro hogar, en la Casa Bendita, este es un tirito incontestable que nunca nos falla.

Otra pregunta que cabe hacerse ante esta bonita declaración de amor es,
¿Es el cangrejo una alegoría? En tal caso, ¿De qué? ¿Por qué "se te puede escapar"? Si tienen cualquier teoría, hagan el favor de compartirla.

Ah, sí, el título es una trampa. La que estuvo prohibida de verdad fue la rumba cubana. El título en periodismo nos ampara en la práctica del sensacionalismo indiscriminado. Pueden enviar sus reclamaciones a:

Maestro Armero
C/ Utopía, s/n
CP 1X2 - Getxo, Sevilla

1 comment:

don sicalíptico said...

Se les saluda.
Soberbio, estupendo, delicioso todo. Apúntenme en la lista.
X.